El Lama Rinchen Gyaltsen, director de la Fundación Sayka y maestro residente del Centro Internacional de Estudios Budistas, visitará La Palma el próximo sábado 30 de marzo y en la Casa de la Cultura de Puntagorda introducirá al camino espiritual del budismo. En una entrevista con La Palma Ahora asegura que “el desarrollo tecnológico nos ha brindado muchas comodidades, pero no las herramientas con las que cuidar de nuestros más preciados recursos: el corazón y la mente. Y las enseñanzas budistas atienden esa necesidad”. 

-¿Qué es el budismo Mahayana? 

-El Majayana es un sendero espiritual basado en la compasión y la sabiduría no dual, cuya meta es que todos los seres sean felices. Para lograrlo, el practicante se entrena en las seis virtudes trascendentales (paramitas): generosidad, conducta, paciencia, entusiasmo, meditación y sabiduría.   

-¿Cómo concibe la existencia esta doctrina? 

-Doctrina es una palabra espinosa: hay a quien le asusta, porque siente que una doctrina lo encorseta, mientras que otros creen erróneamente que una doctrina equivale a la verdad absoluta. En el budismo, la doctrina es una indicación para orientarnos, un dedo que apunta a la verdad para que cada persona encuentre la verdad dentro sí misma. 

-¿Qué pueden aportar sus enseñanzas al mundo actual? 

-El desarrollo tecnológico nos ha brindado muchas comodidades, pero no las herramientas con las que cuidar de nuestros más preciados recursos: el corazón y la mente. Y las enseñanzas budistas atienden esa necesidad. En ellas, los buscadores espirituales encuentran las claves para desarrollar la conciencia, mientras que los que quieren navegar con destreza las turbulentas aguas de la vida hallan las técnicas con las que lograr estabilidad emocional, paz interior y apertura de corazón. 

-¿Vivimos aferrados al materialismo y alejados de cualquier espiritualidad? 

-Así es. Nos hemos alejado de nuestra humanidad y estamos creando un mundo que, por nuestro desaforado consumo, es insostenible. Nos falta paz interna y, desesperados, tratamos de encontrarla fuera de nosotros. El problema es que no hay nada material que pueda satisfacer este vacío existencial. Y una parte de la población ha empezado a darse cuenta. Por eso, hoy es más importante que nunca que todas las personas que quieran entrenarse en virtud, sabiduría y control mental tengan acceso a recursos espirituales con los que lograrlo.  

-¿Son compatibles las prácticas budistas con el ritmo vertiginoso que lleva la población? 

-Sí, porque las enseñanzas budistas son una ciencia interna: se basan en la naturaleza de la mente. Lo único necesario es ajustar la presentación a la audiencia y las técnicas meditativas al practicante. La situación personal o la experiencia previa no importan. Cada persona empieza donde se encuentra, y paso a paso va conquistando cambios internos tan genuinos como duraderos.  

En la web www.paramita.org se ofrecen cursos gratuitos sobre meditación.